spot_img

El dólar oficial se dispara a $1.370 y alcanzó un nuevo récord: el mercado en alerta por la estrategia del Central

El dólar minorista opera este jueves con una suba de cuarenta y cinco pesos, a $1.370 en las pantallas del Banco Nación, con lo que marca un nuevo máximo histórico. En el mercado informal, el dólar blue se negocia con un incremento de quince pesos, en $1.335. En el segmento financiero, el contado con liquidación (CCL) avanza 1,6% y se ubica en $1.342, mientras que el dólar MEP gana 1,7% hasta los $1.344. Por su parte, el tipo de cambio mayorista se negocia con marcada tendencia alcista en $1.350.

El régimen de tasas endógenas que impulsa el Banco Central continúa generando tensiones e inestabilidad en el sistema financiero, según advirtieron especialistas del mercado. Tanto en el análisis del reciente vencimiento de las LEFIs como en la evolución de las tasas de interés y su impacto en el tipo de cambio, los expertos coincidieron en que el sistema exhibió una dinámica desordenada que terminó trasladándose al resto de la economía.

De acuerdo con los analistas, el exceso de liquidez inicial derivó en un desplome de las tasas, seguido por un faltante provocado por una licitación extraordinaria del Tesoro. Este vaivén generó movimientos abruptos en las cauciones y en el mercado cambiario, donde el dólar llegó a superar los $1300 en su punto más alto, para luego retroceder. La ausencia de un mecanismo estabilizador por parte del Banco Central —que decidió retirarse como intermediario de liquidez— dejó expuestos los riesgos del esquema monetario vigente.

Asimismo, indicaron que esta volatilidad responde a la lógica del régimen, que fija metas sobre agregados monetarios y permite que las tasas se ajusten libremente. Sin embargo, el mercado continúa demandando mayor previsibilidad: se espera que en algún momento se establezcan pisos y techos para las tasas, o bien que se habilite una ventanilla de liquidez para amortiguar estos shocks. En paralelo, la presión sobre los fondos de inversión, los rescates en money markets y las estrategias especulativas reavivaron la búsqueda de cobertura cambiaria.

Para los especialistas, pese al desorden inicial, la semana concluyó con cierta estabilización en el tipo de cambio y las tasas. Las condiciones de corto plazo volvieron a favorecer estrategias de carry trade, gracias a una tasa de interés en retroceso y expectativas de inflación que se mantienen ancladas. Sin embargo, alertaron que la dinámica monetaria seguirá marcada por sobresaltos mientras no se defina un marco de mayor certidumbre.

Volatilidad extrema tras el giro hacia tasas endógenas

El nuevo régimen monetario implementado por el Banco Central desde principios de julio genera más dudas que certezas. En sus primeras semanas de vigencia, el sistema permitió que las tasas de interés oscilaran en rangos extremos, impulsadas por inyecciones y drenajes abruptos de liquidez.

El caso más emblemático ocurrió tras el vencimiento de LEFIs, cuando la tasa a un día llegó a caer hasta el 12%, para luego dispararse al 61% ante un faltante inesperado de pesos. Este cambio se originó por una licitación fuera de calendario del Tesoro que absorbió buena parte del excedente monetario.

Desde la consultora 1816 explicaron que esta dinámica no fue aleatoria, sino inherente al nuevo régimen. El BCRA dejó de fijar tasas de referencia y optó por un esquema en el que la liquidez define los precios del dinero. En este modelo, el dólar funciona como variable de escape ante cualquier sobresalto.

Para los analistas, sin una red de contención clara —como pisos o techos en tasas—, el sistema queda expuesto a movimientos especulativos, arbitrajes agresivos y decisiones de liquidez tomadas de forma descoordinada entre bancos, fondos y tesorerías corporativas.

Sin ventajas claras, el mercado exige una hoja de ruta

La falta de un marco estable para las tasas empieza a evidenciar sus límites. Para 1816, el actual esquema monetario aún no logra ofrecer ventajas visibles que compensen la volatilidad generada. Y aunque el BCRA insinuó en junio la posibilidad de aplicar mecanismos de estabilización, hasta ahora no lo ha concretado.

La decisión de no intervenir en el mercado secundario de LECAPs, como ocurrió el 22 de julio, dejó subir las tasas sin restricciones. Esta actitud contrastó con la intervención de la semana anterior, cuando el organismo sí salió a marcar un piso. Esa inconsistencia preocupa a los inversores institucionales.

Además, parte del salto en tasas respondió a apuestas apalancadas de grandes jugadores en la licitación del Tesoro. Estos inversores actuaron guiados por las señales contradictorias del BCRA, especialmente por los cambios en los encajes para fondos monetarios.

El impacto llegó al crédito productivo. Adelantos en cuenta corriente treparon a tasas superiores al 86% anual, casi 50 puntos por encima del promedio de la semana previa. Este encarecimiento repentino en el crédito a corto plazo amenaza con frenar la recuperación en sectores sensibles de la economía real.

Un régimen con más preguntas que respuestas

El esquema de tasas endógenas, según explican desde 1816, parte de la idea de que el dinero es la variable fija del sistema, y la tasa de interés, la variable de ajuste. Sin embargo, en la práctica, esa teoría mostró fuertes fallas de coordinación.

Cada licitación del Tesoro alteró la oferta monetaria en función de las decisiones particulares de los bancos. Estos actores, al no contar con referencias firmes del BCRA, actuaron según sus propias proyecciones de liquidez, lo que derivó en shocks monetarios sucesivos.

Incluso la supuesto ancla del esquema —el M2 privado transaccional— mostró debilidades. En junio, el primer test de metas arrojó un desvío negativo de $1,8 billones, dejando en evidencia la dificultad para mantener una trayectoria consistente del agregado monetario.

Esa inestabilidad también alimenta la incertidumbre cambiaria. Cuando las tasas caen o se vuelven imprevisibles, el dólar vuelve a presentarse como cobertura. La credibilidad del marco macroeconómico sigue siendo frágil pese a algunas señales positivas.

El caos con las LEFIs

Según Grupo IEB, el vencimiento de LEFIs se resolvió por el camino más desordenado entre los escenarios previstos por el BCRA. Si bien el sistema contaba con liquidez suficiente para absorber los vencimientos, las decisiones individuales de los bancos complicaron el proceso.

En lugar de un rebalanceo ordenado, las entidades integraron más efectivo mínimo del requerido, lo que generó un sobre-encaje de casi $5 billones. Esta actitud prudente desde lo individual provocó un desajuste a nivel sistémico, con efectos inmediatos sobre tasas y tipo de cambio.

La intervención posterior del BCRA y del Tesoro con una licitación fuera de cronograma sirvió para absorber parte del excedente, pero también dejó expuestas las falencias del esquema. El sistema pasó de exceso de liquidez a faltante en pocos días, lo que disparó las tasas.

El resultado fue una presión significativa sobre el dólar, que llegó a operar por encima de los $1300. En paralelo, los fondos comunes sufrieron rescates importantes y las tesorerías corporativas vieron tensionada su operatoria habitual.

Los mejores bares de Buenos Aires ofrecerán cócteles especiales a precio promocional

En la Bs As Cocktail Week habrá charlas sobre coctelería, actividades especiales, DJ sunset con barras de bares porteños y los mejores tragos en 150 bares

En los últimos 12 meses cerraron 16.000 kioscos y las ventas cayeron 40% en dos años

Ernesto Acuña, vicepresidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), detalló la complicada situación que vive el comercio de cercanía

No solo vinos tintos en invierno: “Blancos que abrigan”, la propuesta de Luigi Bosca para los días fríos

La reconocida bodega invita a redescubrir vinos blancos con mucho carácter, perfectos para maridar la cocina intensa del invierno

- A word from our sponsor -

spot_img