

El ministro Luis Caputo pondrá este miércoles al nuevo título de deuda a operar en el mercado local. Se trata del bono que licitó la semana pasada, con el que consiguió u$s1.000 millones para reforzar las reservas y captó toda la atención del mercado por tratarse de un instrumento que se paga en pesos y, por primera vez en siete años, destinado sólo para inversores extranjeros que entraron con dólares.
La expectativa del mercado respecto al desempeño del Bono del Tesoro Nacional (Bonte), que vence en 2030, es positiva: los analistas y operadores esperan que este título tenga una buena demanda en el mercado secundario, lo que haría mantener o aumentar su precio y reducir la tasa de interés con la que operará.
El nivel de demanda que exhiba será clave porque, entre otras cosas, funcionarios cercanos a Caputo aseguraron ante iProfesional que seguirán muy de cerca el desempeño y, en base a ello, evaluarán el lanzamiento de títulos de deuda similares para seguir captando dólares para reforzar las reservas internacionales del Banco Central.
Futuras emisiones de títulos de deuda en dólares, ya sea a través de otros instrumentos o reaperturas del que se licitó, cobran mayor relevancia en un contexto en el que el Central no está comprando dólares para las reservas en el mercado oficial de cambios porque prometió (y lo está cumpliendo) no hacerlo hasta que la cotización de la divisa toque el piso de la banda de flotación.
La evolución de las reservas del Banco Central sigue en la mira de los inversores. Para el mercado, es de gran importancia que la entidad logre engrosar las reservas para poder hacer frente a los compromisos de deuda en moneda extranjera, además de cumplir con las metas que el Gobierno pactó con el Fondo Monetario Internacional en el nuevo acuerdo crediticio.
Prevén alta demanda y buena liquidez del Bonte 2030
“El Bonte 2030 sigue teniendo atractivo y seguirá habiendo demanda. Este bono se emitió con un premio respecto a lo que se podría haber emitido y es un instrumento muy interesante porque da la opción de venderlo a valor técnico en mayo de 2017, aunque se puede mantener hasta 2030. Si el plan del Gobierno sale bien y la inflación baja más, el rendimiento terminaría siendo alto”, afirma Pedro Siaba, jefe de research de PPI.
En diálogo con iProfesional, Siaba sostiene que se trata de “un instrumento que tiene una opcionalidad muy interesante, ya que no es un cualquier instrumento más a tasa fija, por lo que el Gobierno encontró una buena forma de poder emitir un deuda en pesos suscripta en dólares para reforzar las reservas del Central y también tratar de eventualmente acercarse a la meta de acumulación de reservas que tiene con el FMI”.
Alan Versalli, analista de research de Cocos Capital, agrega que la expectativa está puesta en que sea un bono muy líquido, con buen nivel de negociación en el mercado secundario. Resalta que se trata de la primera, pero seguramente no la última vez que el Gobierno licite deuda con inversores extranjeros, por lo que estima una alta probabilidad a una reapertura de este mismo título.
“Creemos que el Bonte 2030 puede ser demando a partir de hoy en el mercado secundario debido al diferencial de tasas que hubo entre la expectativa previa en el mercado local y con la que finalmente se emitió. Todos acá pensaban que rindiendo menos de 25% estaba bien, así que si lo ofrecen a tasas de 26% o 27% habría que comprarlo si mirar”, resalta ante iProfesional Juan Tuffa, director de Outlier.
Fuerte apuesta por activos locales en pesos
Juan Bialet, gerente de finanzas personales de Grupo SBS, considera que el Bonte 2030, que operará con el ticker “TY30P”, es el instrumento indicado para los que quieran “apostar fuerte por el peso”, ya que la tasa de interés con la que se emitió, a cinco años, ofrecería muy buenos rendimientos en caso de que se mantenga la tendencia de desaceleración de la inflación, tal como lo indica el consenso del mercado.
“No hay instrumento en el mercado que se le asemeje en su plazo. Lo más largo que hay emitido a tasa fija es a enero 2027 y rinde 30% nominal anual. Previo a la licitación, se especulaba con una tasa de corte más baja, de entre 20% y 25%. Si llegara a rendir en esos niveles, implicaría que el precio aún puede subir entre 5% y 20% directo”, calcula Bialet en diálogo con iProfesional.
Martín Genero, analista de Clave Bursátil, también estima que lo más probable es que haya buena demanda del bono, lo que implicaría subas del precio y bajas de las tasas, ya que el rendimiento de los Boncap está en torno al 25%. Afirma que habrá que esperar para ver cómo se acomodan los otros bonos más largos, aunque sostiene que este debería actuar como referencia para el resto.
“Esperamos que el Bonte 2030 tenga una buena recepción en el mercado secundario, al menos al principio. Al haberse licitado sólo para inversores de afuera que se suscribieron en dólares y cobrarán en pesos, quienes lo compraron en la licitación probablemente no salgan a venderlo muy rápido. Esto podría generar una oferta limitada, sosteniendo el precio”, destaca ante iProfesional Tomas Ambrosetti, director de Guardian Capital.
Ambrosetti agrega que si bien la tasa con la que se emitió (29,5%) fue superior a lo esperado por el mercado local, está en línea con las tasas actuales de otros papeles similares en pesos. La diferencia es que el bono en cuestión ofrece una tasa fija durante cinco años, inusual en un contexto de desinflación, lo que podría resultar atractivo para los inversores e incentivar la demanda.