Se trata de un indicador de la economía real que le fue esquivo a Javier Milei desde que llegó a la Casa Rosada. Pero ahora eso cambió. Y por primera vez desde que es Presidente, el registro dio positivo.
Las ventas minoristas de productos de la canasta familiar mostraron una mejora intermensual en noviembre contra octubre.
El dato del consumo masivo, adelantado a iProfesional por la consultora Scentia, muestra entonces un cambio de tendencia respecto de las sucesivas caídas de los meses anteriores.
Tanto las ventas en las grandes cadenas de supermercados como en los pequeños autoservicios y almacenes de barrio registraron una suba durante el mes pasado, en relación a octubre.
Para el Gobierno, se trata de un indicador sensible que ratifica la progresiva mejora de los ingresos de los trabajadores, en medio de la desaceleración inflacionaria.
De acuerdo a las mediciones de Scentia -la consultora que monitorea mes a mes las compras en cadenas de supermercados y autoservicios y almacenes de barrio-, la mejora se notó tanto en los comercios grandes como en los más pequeños.
Las ventas de productos de consumo masivo subieron 1,1% en noviembre, respecto de octubre.
La mejora se dio especialmente en los autoservicios, con un avance mensual del 1,5% mientras que en las grandes cadenas, el alza promedio fue del 0,7%.
“Sin embargo, como el mes pasado hubo un día menos que en octubre -y cada día equivale al 3% de las ventas del mes- se puede concluir que la mejora fue cercana al 4% intermensual”, aseguró Del Río, en diálogo con iProfesional.
En la comparación interanual, todavía se nota una fuerte caída en las ventas de productos del consumo masivo: según Scentia, la merma alcanzó al 20% al comparar noviembre de este año con el mismo mes de 2023.
En aquel momento, la inflación mensual alcanzó al 12,8% en medio de la incertidumbre electoral y los precios en continuo alza. El stockeo de mercadería aparecía como uno de los negocios más seguros y rentables.
La estabilidad de los precios de los alimentos, un punto a favor
Sin dudas, la estabilidad en los precios de los alimentos ayuda a la mejora de las ventas de los productos de la canasta familiar.
Los precios del rubro “alimentos” del INDEC subieron tan sólo 0,5% durante noviembre. Y hubiese sido mejor sin el impacto de la carne, que por primera vez en varios meses registró un alza superior a la media: del 2,6% en el mes.
Esta realidad impulsó las ventas en los comercios: algunos productos, como el arroz y algunas marcas de fideos, cuestan hoy prácticamente lo mismo que hace un año.
Algunos puntos interesantes respecto del consumo:
– La elaboración de productos de la canasta básica dejó de caer a medida que avanzó el año, en la comparación mes contra mes. Al contrario, en algunas compañías líderes cuentan a iProfesional que en esos alimentos esenciales —como arroz, fideos y harinas— se evidencia una mejora progresiva en las ventas.
– Diferente sucede con los productos que no son de la canasta básica. Desde gaseosas a bebidas con alcohol. Lo mismo sucede en el caso de los snacks y en algunos congelados. En esos rubros no hay ningún viso de recuperación. Por eso mismo, ahí las empresas pusieron en marcha ofertas, que en su mayoría se traducen en bonificaciones a los comerciantes.
La estabilidad del dólar también ayuda al despegue de la economía
La estabilidad cambiaria también resulta funcional a la mejora del consumo. “Mientras el dólar oficial se mantenga en esta línea de suba mensual limitada, entonces los precios de los productos van a tender a la estabilidad total“, argumenta el director comercial de una de las principales fábricas alimenticias a iProfesional.
“Los fabricantes no temen quedarse sin importaciones de insumos para producir. No hay problemas con los stocks. El clima es más tranquilo, pero estamos todos mirando la temperatura del mercado interno. No queda otra alternativa que confiar”, asegura, en diálogo con iProfesional, el ejecutivo de la cadena regional.
La noticia de la mejora en las ventas comerciales se produce en el mismo momento en que el INDEC reportó una suba de la actividad económica del 3,9% en el tercer trimestre del año versus el segundo trimestre.
En la comparación interanual se registró un signo negativo del 2,1 por ciento.
Dentro de lo que es el consumo privado, también se notó una mejora entre el segundo y el tercer trimestre: fue del 4,6%, siempre según el INDEC.
En la comparación interanual, hubo una contracción del consumo del 3,2%.