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Tras el recorte de tasas del BCRA, ¿cómo afectará al dólar y al proceso de desinflación?

En la segunda rueda de la semana, el dólar blue se vende con una suba de cinco pesos, a $1.070 en las cuevas del microcentro porteño. En el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación (CCL) se negocia a $1.071, mientras que el dólar MEP opera en $1.049.

El reciente recorte en la tasa de política monetaria anunciado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha generado un intenso debate en los círculos financieros. La reducción de 3 puntos porcentuales, que sitúa la tasa nominal anual en un 32%, fue presentada oficialmente como una respuesta a la consolidación de expectativas de desinflación. Sin embargo, fuentes de mercado sugieren que la medida obedece a una confluencia de factores más complejos, que van desde la gestión de la iliquidez en el sistema bancario hasta las necesidades de financiamiento del Tesoro Nacional.

Este ajuste llega en un contexto donde las expectativas de inflación han mostrado cierta estabilidad, con el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) señalando leves correcciones a la baja para los meses finales del año. A pesar de ello, la reciente volatilidad en los precios de la carne y otros bienes esenciales plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de esta tendencia. Además, el momento elegido para el recorte resulta llamativo, considerando que la presión sobre las tasas del mercado secundario y las tensiones en el sistema financiero no eran críticas, al menos desde un enfoque estacional.

Más allá de la explicación oficial, los analistas destacan que la medida podría estar diseñada para aliviar las tensiones en el mercado interbancario y facilitar el acceso a liquidez de corto plazo, particularmente en un período de alta demanda de pesos. Asimismo, la decisión también parece considerar el impacto de las recientes licitaciones del Tesoro, donde la suba en las tasas de mercado podría haber elevado significativamente los costos de financiamiento.

De cara al futuro, los expertos anticipan que esta estrategia podría ser complementada por una desaceleración en el ritmo de devaluación del peso, reforzando la apuesta del BCRA por estabilizar las principales variables económicas. No obstante, el equipo de research advierte que persisten riesgos estructurales, como la presión sobre las reservas internacionales y la preferencia del mercado por activos en dólares, que podrían complicar la efectividad de estas medidas.

Con estos factores en juego, la decisión del BCRA no solo apunta a atender las necesidades del presente, sino también a preparar el terreno para un 2025 en el que la política monetaria tendrá que seguir navegando entre tensiones internas y presiones externas.

El Banco Central reduce la tasa de interés

El BCRA sorprendió al mercado con una reducción de 3 puntos porcentuales en la tasa de interés de referencia, llevándola al 32% (Tasa Nominal Anual), equivalente a un 2,66% mensual. Según el análisis de Fernando Marull y Asociados (FMyA), esta decisión responde a múltiples factores más allá de la justificación oficial centrada en una supuesta consolidación de las expectativas de desinflación.

De acuerdo con el informe de FMyA, la decisión del BCRA no se alinea completamente con las proyecciones de inflación. Aunque el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) señala una inflación mensual esperada de 2,9% para diciembre, los títulos del mercado descuentan un nivel menor, cercano al 2,4%. Esta discrepancia muestra un panorama mixto, lo que lleva a cuestionar si la consolidación de una baja en la inflación es suficiente para justificar este movimiento.

Para FMyA, la autoridad monetaria parece estar actuando en un frente más amplio. Por un lado, busca reducir la oferta de dólares en el mercado para evitar presiones sobre el tipo de cambio, en un contexto donde se esperan flujos significativos por exportaciones agrícolas, como el trigo.

Por otro lado, intenta desincentivar el “carry trade”, es decir, la especulación financiera basada en diferenciales de tasas, y moderar los costos de crédito en pesos. Además, la decisión podría estar influenciada por una necesidad de aliviar las tensiones en el mercado secundario de deuda, especialmente en las Lecap.

Las perspectivas económicas para el verano de 2025

Desde la consultora económica, anticipan un verano relativamente tranquilo, aunque advierten la necesidad de estar atentos a varios factores clave:

  1. Reservas internacionales: Se espera un ingreso significativo de divisas por la cosecha de trigo y posibles avances en las negociaciones con el FMI. Actualmente, el equipo económico se encuentra en Washington, y hay pendientes dos revisiones contra un desembolso potencial de 1.000 millones de dólares.
  2. Demanda estacional de pesos: La demanda de liquidez aumenta en diciembre por el pago de aguinaldos y los gastos de las fiestas, pero tiende a normalizarse en febrero. Esto podría generar presiones en la política monetaria.
  3. Política monetaria y cambiaria: Para enero de 2025, FMyA proyecta un incremento en las importaciones debido a la eliminación del impuesto PAIS, así como una mayor demanda de dólares para turismo. En paralelo, el Banco Central podría ajustar nuevamente la tasa de interés, llevándola al 30%, siempre que las expectativas de inflación continúen moderándose.
  4. Inflación y crawling peg: Para febrero, la consultora prevé una inflación mensual por debajo del 2,3%, lo que abriría la puerta a una desaceleración en la tasa de devaluación a niveles del 1,5% o incluso el 1%. Estas medidas reflejarían una estrategia gradualista para consolidar una inflación más contenida.

Razones ocultas del recorte de tasas

En la misma línea, el equipo de research de un reconocido banco porteño sugiere que si bien el recorte de tasas fue justificó la medida en una consolidación de las expectativas de desinflación, las motivaciones detrás de esta decisión son más complejas.

Si bien la reducción fue presentada como una respuesta al proceso de desinflación, las cifras no muestran una tendencia tan contundente. Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la inflación esperada se estabilizó en el 2,8% para noviembre y 2,9% para diciembre, con leves correcciones a la baja de 0,1 y 0,3 p.p., respectivamente. Sin embargo, la reciente presión sobre los precios de la carne despierta dudas sobre la estabilidad inflacionaria a corto plazo.

Para el equipo de analistas, la medida también refleja la intención del BCRA de aliviar las condiciones de financiamiento para el sistema bancario, especialmente ante un mercado que muestra cierta iliquidez. La reducción asimétrica entre tasas activas y pasivas apunta a abaratar el costo de acceso a liquidez, mitigando tensiones en el sistema financiero, particularmente en una etapa del año marcada por un aumento estacional en la demanda de pesos.

Además, factores externos e internos habrían influido. Por un lado, la baja en las tasas podría reducir la rentabilidad de las operaciones de carry trade, desincentivando el ingreso de capitales especulativos y limitando la oferta de dólares. Por otro lado, podría estar alineada con la necesidad del Tesoro Nacional de renovar vencimientos de deuda sin enfrentar un costo excesivo, dado el reciente aumento en las tasas de mercado secundario impulsado por la última licitación del Tesoro.

Impactos en la economía y la política monetaria

Según los expertos del banco, la baja de tasas implica varios efectos. Para las carteras en pesos, reduce el atractivo de operaciones financieras de corto plazo, lo que podría incentivar una mayor dolarización en un contexto de brecha cambiaria contenida. Sin embargo, hasta ahora no se ha observado presión significativa sobre los tipos de cambio financieros.

Por otro lado, las menores tasas activas podrían estimular el endeudamiento en pesos frente a financiamientos en dólares, reduciendo las liquidaciones de préstamos en moneda extranjera. Esto no es trivial, considerando que las reservas netas del BCRA siguen en terreno negativo, y las operaciones en el mercado cambiario son clave para su acumulación.

En el horizonte, el equipo de research  del banco anticipa que la decisión también podría adelantar una reducción en el ritmo del crawling peg. El BCRA podría anunciar una desaceleración de la devaluación mensual a niveles del 1%, tal como se ha sugerido en oportunidades previas. Esta combinación de políticas buscaría mantener un equilibrio entre estabilidad cambiaria, control inflacionario y financiamiento del déficit.

De cara al verano de 2025, el panorama parece moderadamente estable, pero con desafíos latentes. En diciembre, el ingreso de divisas por la exportación de trigo y eventuales desembolsos del FMI o acuerdos de financiamiento REPO podrían fortalecer las reservas. No obstante, en enero se espera un incremento en las importaciones, derivado de la eliminación del Impuesto PAIS, así como un alza en el turismo, que podría presionar la balanza cambiaria.

Para febrero, el equipo prevé que una inflación menor al 2,3% consolidaría las condiciones para una nueva baja de tasas, posiblemente a niveles del 30%. Sin embargo, la estacionalidad de la demanda de pesos en ese mes podría influir en el timing del BCRA. Todo dependerá de la confirmación de un escalón inferior en la inflación y de la capacidad del gobierno de gestionar la demanda cambiaria sin generar tensiones adicionales.

A cuánto cotiza el dólar blue hoy

El dólar blue se ubica en $1070 para la venta y a $1050 para la compra.

Cómo operan los dólares financieros

En el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación (CCL) se negocia a $1.071, mientras que el dólar MEP opera en $1.049.

Cuál es el precio del dólar oficial

La cotización del dólar minorista del Banco Nación arranca a $1036.

El dólar mayorista se negocia a un promedio de $1017,50.

Por su parte, el dólar solidario y dólar tarjeta se ubican en $1.657,60.

La brecha cambiaria

Por último, la brecha cambiaria entre el dólar mayorista y los diferentes tipos de cambio, se encuentra de la siguiente manera:

  • Blue: 5%
  • CCL: 5%
  • MEP: 3%

El bizcocho más fácil y rico en proteínas que puedes preparar para un desayuno sin azúcar, lleva avena y sólo cinco ingredientes más

El bizcocho más fácil y rico en proteínas que puedes preparar para un desayuno sin azúcar, lleva avena y sólo cinco ingredientes más

Si buscas una receta de bizcocho fácil, sano y saciante te mostramos una  alternativa rica en proteínas que puedes preparar para un desayuno sin azúcar a base de avena y sólo cinco ingredientes más.

Bizcopan rápido de proteínas con chocolate

Si eres amante de los platos dulces para degustar a primera hora del día, te mostramos una alternativa rica en proteínas: se trata de un bizcopan rápido de proteínas con chocolate delicioso y muy saciante.

Para cuatro personas necesitamos: 60 gramos de harina de avena, 60 gramos de harina de coco, 4 gramos de levadura química (impulsor), 5 ml de esencia de vainilla, 400 ml de clara de huevo y 50 gramos de nibs de cacao o de chocolate negro sin azúcar.

Comenzaremos precalentando el horno a 170ºC con aire o 180ºC con calor arriba y abajo, y forrando un molde de unos 18 o 20 cm de diámetro con papel para hornear.

Mezclamos las harinas en un recipiente junto con la levadura y añadimos las  claras de huevo con la esencia de vainilla. Removemos todo con unas varillas hasta formar una masa homogénea y húmeda, y por último, agregamos  el chocolate picado y terminamos de combinar bien.

Vertemos en el molde igualando superficies y horneamos durante aproximadamente 30 a 35 minutos hasta que esté dorado o hasta que al pincharlo con un palillo éste salga limpio.

Dejamos enfriar antes de desmoldar y degustamos en el desayuno con un vaso de leche o nuestra infusión preferida, para calmar la tentación de dulce y al mismo tiempo obtener un plato saludable, rico en proteínas y sin azúcar a primeras horas del día.

En Vitónica | Recetas ricas en proteínas

En Vitónica | Crepes de avena: receta saludable

Imagen | Vitónica

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La noticia El bizcocho más fácil y rico en proteínas que puedes preparar para un desayuno sin azúcar, lleva avena y sólo cinco ingredientes más fue publicada originalmente en Vitónica por Gabriela Gottau .

Advierten que los aumentos de las cuotas de las prepagas no se trasladan a los prestadores

Las prepagas incrementaron sus cuotas un 435% promedio en los últimos dos años,, pero los aranceles que reciben los prestadores subieron entre 160% y 224%

Mucha gente se centra en empujar o tirar de las pesas para ganar masa muscular, pero se pierden la parte que da mejores resultados

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Cada repetición que hacemos frente a una carga en el gimnasio, en casa o donde sea, consta de tres fases: una en la que movemos la carga, otra en la que la frenamos hasta volver la posición para moverla y una intermedia entre ambas. Estos componentes del movimiento se conocen como fase concéntrica, excéntrica y de transición o isométrica, respectivamente. Aunque la mayoría de usuarios del gimnasio se centra única y exclusivamente en la fase concéntrica para empujar o tirar la carga, la fase excéntrica es igual e incluso más importante. Una nueva revisión de la literatura señala la importancia de esa fase excéntrica olvidada por muchos.

No te dejes la mejor parte del pastel en cada repetición

Young Handsome Man Exercising Gym Bodybuilding

La fase concéntrica de un movimiento es cuando nosotros vencemos a la carga, ya sea empujando o tirando de ella. En un press de banca, la fase concéntrica va desde que la barra está en el pecho hasta que estiramos los brazos con la barra más cerca del techo.

La fase excéntrica es la contraria, va desde que los brazos están estirados hasta que la barra llega al pecho o la parte más baja. La fase de transición o isométrica ocurre dos veces, una con los brazos estirados (final de la fase concéntrica e inicio de la excéntrica) y otra con la barra en el pecho (final de la fase excéntrica e inicio de la concéntrica).

En el entrenamiento de fuerza nos centramos en la fase concéntrica porque es ahí cuando lo damos todo para mover la carga, pero nos olvidamos de las otras dos, especialmente de la excéntrica. Aunque para muchos esa fase excéntrica no es más que una preparación para volver empujar o tirar, la evidencia científica nos dice que es mucho más que eso.

La fase excéntrica en la ciencia

Hace unos días se publicó en la revista The Journal of Strength and Conditioning Research una revisión con metanálisis, nivel más alto de evidencia científica, solamente por debajo de una revisión de revisiones. En ella se recogieron datos de 26 estudios de calidad con 682 participantes para comprobar los efectos de la fase concéntrica y excéntrica en la hipertrofia muscular de adultos sanos.

El objetivo de los investigadores era comprobar la importancia de cada una de las fases a la hora de ganar masa muscular. Aunque la mayoría de personas desechan la fase excéntrica, esta demostró tener efectos incluso mayores que la fase concéntrica, por lo que si están ese grupo que la deja de lado, puedes no estar maximizando tus sesiones de entrenamiento.

Los grupos musculares de las extremidades superiores mostraron resultados superiores en hipertrofia con la fase excéntrica que con la fase concéntrica. Además, la parte excéntrica consigue adaptaciones iniciales más rápidas. ¿Cómo puedo aprovechar esta información y aplicarla

Aplicación práctica

Hay poblaciones como los deportistas de élite que tienen poco tiempo para generar las máximas adaptaciones, como puede ser una pretemporada. Se pueden añadir aquí los cambios físicos para un actor que rueda sin camiseta o cualquiera que se te ocurra.

Como la fase excéntrica ha mostrado resultados iniciales más rápidos, será interesante tomarla más en cuenta en esos casos. En la rehabilitación también es clave la fase excéntrica porque se puede trabajar con cargas por encima de las máximas en esta fase excéntrica, lo que ayuda en procesos de recuperación de atrofias musculares.

Cualquier programa general de aumento de masa muscular debe combinar la fase concéntrica y la excéntrica para obtener los máximos resultados. Una fase concéntrica rápida y una fase excéntrica controlada de unos tres segundos podría ser el tempo perfecto para cada repetición.

Aplicación práctica avanzada de la fase excéntrica

Young Man Training Gym Bodybuilding

Si queremos darle más intensidad a la fase excéntrica, podemos trabajar con cargas supramáximas. Somos capaces de hacer esta fase con un 20% - 40% más de peso que la fase concéntrica, es decir, si nuestro peso máximo en una prensa de piernas es de 100 kilos para la fase excéntrica, soportaremos entre 120 kg y 140 kg en la fase excéntrica.

El problema es cómo hacemos para trabajar así si no somos capaces de levantar la carga una vez hemos terminado la fase excéntrica, ya que podemos bajar lentamente con 140 kg, pero no volver a subir esa carga. La alternativa más recomendada es hacer la fase concéntrica con los dos miembros y la fase excéntrica con uno solo.

Por ejemplo, hacemos una extensión de piernas en máquina con las dos piernas, pero la fase excéntrica, el descenso, lo hacemos con una sola pierna. De esta forma, para una pierna el peso será más del que podría mover en la fase concéntrica, pero podemos mover dicho peso con las dos piernas.

Existen otros métodos como que sea un compañero el que ponga y quite la carga, o directamente haga fuerza para que nosotros la resistamos. Este tipo de entrenamiento excéntrico es tan efectivo que hay materiales dedicados para ello, como unos enganches que se sueltan de la barra después de bajar la barra en una sentadilla o en un press de banca.

Por último, hay ejercicios específicamente excéntricos como el curl nórdico o el curl nórdico inverso. Estos movimientos son tan intensos que se utilizan para entrenar la fase excéntrica de manera específica, ayudando así a prevenir lesiones y, como hemos visto en el estudio analizado, potenciar la hipertrofia muscular.

Referencias

da Silva, L. S. L., Gonçalves, L. D. S., Alves Campos, P. H., Benjamim, C. J. R., Tasinafo Júnior, M. F., de Lima, L. C. R., Bueno Júnior, C. R., & Alves, C. P. L. (2025). Comparison Between Eccentric vs. Concentric Muscle Actions On Hypertrophy: A Systematic Review and Meta-analysis. Journal of strength and conditioning research, 39(1), 115–134. https://doi.org/10.1519/JSC.0000000000004981

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La noticia Mucha gente se centra en empujar o tirar de las pesas para ganar masa muscular, pero se pierden la parte que da mejores resultados fue publicada originalmente en Vitónica por Joaquín Vico Plaza .

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