La inflación de noviembre se ubicó en un rango de entre 2,6 y 2,9%, según las estimaciones finales de consultoras privadas, a la vez que el dólar blue y los financieros siguen calmos, a lo que suma que los analistas prevén que la calma cambiaria seguirá en diciembre por la mayor demanda estacional de pesos. En este escenario, resurge la incógnita acerca de si el Banco Central en diciembre bajará la tasa de política monetaria.
Para algunos expertos, la entidad monetaria podría reducir la tasa este mes luego de se conozca el miércoles 11 la cifra definitiva de inflación de noviembre, y aprovechar el contexto de calma de los dólares, con el fin de dar un impulso al nivel de actividad económica a través de una reducción en baja en el costo de los créditos que, a la vez, ayude a reactivar el consumo.
En cambio, otros especialistas estiman que un nuevo recorte de tasas se adoptará recién en enero o febrero cuando vislumbran que también podría reducirse del ritmo de devaluación que actualmente es del 2% mensual, pero que el presidente Javier Milei dijo que bajará al 1% en caso de que la inflación se mantenga dos meses en torno al 2,5%.
Inflación y dólar: la disyuntiva que enfrenta el Banco Central
Tras cinco meses sin cambios, el BCRA bajó la tasa de política monetaria el 1 de noviembre de 40% a 35%, lo que equivale a 2,9% mensual, por lo cual ese rendimiento superó por primera vez en el año a la inflación que en octubre fue de 2,7%.
La decisión que se tome es clave para los ahorristas porque si bien la tasa de política monetaria ya no es la que regula el rendimiento del plazo fijo, es una referencia para los bancos, dado que si es la que determina la rentabilidad de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFIs) que pueden suscribir las entidades bancarias.
Hasta ahora, cada vez que el BCRA bajó la tasa monetaria, las entidades bancarias también ajustaron a la baja la tasa del plazo fijo. Actualmente, los bancos más grandes ofrecen una tasa de interés por depósitos a 30 días de entre 29% y 34% anual.
Un análisis de Milagros Gismondi, economista de Cohen Aliados Financieros, planteó que “con los dólares financieros contenidos y un crawling peg del 2% mensual, que se mantendría al menos dos meses más, según el presidente, la incógnita en el tridente de inflación, tipo de cambio y tasas de interés recae ahora en las tasas”.
“Estas últimas han cobrado protagonismo, especialmente por el rol del carry trade en la estabilidad cambiaria. Cada ajuste en las tasas tiene efectos amplios: por un lado, tasas más bajas son necesarias para impulsar el crédito y dinamizar la economía, además de reducir la carga de intereses fiscales. Sin embargo, una tasa negativa en términos reales puede desvalorizar el peso y alentar la fuga hacia el dólar“, explicó.
Gismondi señaló que “la política de tasas altas parece aún ser el ancla principal de la estabilidad monetaria en el corto plazo”. No obstante, sostuvo que “dado que puede limitar el acceso al crédito, la dinámica esperada dependerá de la continuidad en la desaceleración de la inflación”.
Martín Kalos, director de Epyca, comentó a iProfesional que “todo este año la tasa de interés le viene ganando a la tasa de devaluación y por lo tanto se dio el carry trade”. Y destacó que “hay un juego siempre entre la tasa de interés, la tasa de devaluación, y la de inflación. Son tres precios que tienen que jugar juntos, y el Gobierno puede usar las dos que maneja de manera más directa que son la tasa de interés y la de devaluación del dólar oficial para que sirva de referencia a las demás”.
Por su parte, Gabriel Menace, gerente Banca Empresas de Cocos Capital, aseveró que “el BCRA está frente a una disyuntiva: si baja las tasas demasiado rápido, corre el riesgo de desarmar las posiciones especulativas (carry trade) generando un nuevo round de volatilidad”. En cambio, aseguró que “si decide ser más prudente, podría quedarse corto en su intento de estimular la economía y enviar una señal de confianza”.
A su criterio, “el camino correcto es un enfoque gradualista, donde las bajas de tasas estén cuidadosamente calibradas con el ritmo de desaceleración inflacionaria y la dinámica cambiaria; es un momento que requiere no solo técnica sino también sensibilidad para evitar desestabilizar lo que, hasta ahora, parece una mejora incipiente en los indicadores económicos”.
¿El Banco Central bajará la tasa en diciembre?
La economista Natalia Motyl cree que la tasa monetaria bajará en diciembre, al afirmar: “Están dadas todas las condiciones para que el BCRA inicie un recorte de tasas. Este contexto favorable surge de una confluencia de factores locales como internacionales, que no solo justifican esta decisión, sino que la convierten en un paso necesario para consolidar la estabilidad macroeconómica y estimular el crecimiento en términos reales”.
“En el plano local, uno de los hitos más relevantes ha sido la ruptura de la barrera inflacionaria del 3% mensual”, remarcó. Y acotó que “el comportamiento estacional de la demanda de pesos en los meses de diciembre y enero es un factor clave que respalda la decisión de reducir las tasas”.
La economista fundamentó, además, que “la mayor necesidad de liquidez por parte de los hogares y las empresas para afrontar los gastos de vacaciones, fiestas y turismo interno contribuye a una mayor estabilidad en el mercado cambiario, y esto significa que un recorte en la tasa de interés no generaría una presión adicional sobre el tipo de cambio ni impulsaría una mayor volatilidad”.
Motyl pronosticó que el BCRA “avanza hacia una reducción de la tasa a un nivel cercano al 30%, lo que equivale a un rendimiento mensual del 2,5%”, y dijo que “este ajuste, aunque moderado, tendría un impacto significativo en la economía real al reducir el costo del crédito para empresas y hogares, incentivando el consumo y la inversión sin comprometer la estabilidad cambiaria ni inflacionaria”.
En sintonía, el economista Federico Glustein consideró que “posiblemente suceda la baja de tasas la semana próxima” luego de que “se confirme la tendencia bajista de la inflación”. Y proyectó que “podría bajar al 30%”. Según su visión, “la baja de tasas podría recalentar levemente las divisas, pero movería un poco más la economía bajando el costo del crédito”.
A su vez, Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, evaluó que “si el Gobierno continúa con el mismo modus-operandi que viene teniendo hasta hoy, en breve deberíamos ver un recorte de tasas pasando de 35% a 30% TNA”.
Pero el experto vislumbra que “esto no ocurrirá hasta pasada la fecha de pagos de aguinaldo, ya que de esta manera Caputo se asegura que esos pesos sigan eligiendo inversiones en moneda local para resguardo de valor y no vayan a sobrecalentar el precio del dólar”, por lo que “calculamos que para fines de diciembre podría llegar la baja de tasa”.
Asimismo, Menace consideró que el BCRA “podría decidir una nueva reducción en la tasa monetaria, en un contexto de estabilización macroeconómica y un buen dato de inflación que le otorga cierto margen de acción“.
“La desaceleración inflacionaria, aunque todavía incipiente, y una brecha cambiaria en mínimos históricos desde 2019, son señales claras de que la economía comienza a encontrar un punto de mayor previsibilidad. Y una potencial baja de tasas responde tanto a la necesidad de dar un impulso adicional al nivel de actividad económica, como a un intento del BCRA de acomodar los rendimientos nominales a una realidad menos tensa”, razonó.
Por su parte, Maximiliano Ramírez, socio de Lambda Consultores expresó que “está por verse si el BCRA recortará la tasa de política monetaria una vez más antes dereducir el ritmo del crawl (algo que sucedería en enero de confirmarse la tendencia bajista del IPC)”. El especialista indicó que “el stock de LEFI en bancos alcanzó la semana pasada un nuevo máximo histórico con lo cual tendrías que empezar a ver una baja de la tasa monetariasi el Gobierno quiere que los bancos vayan a bonos del Tesoro y no se queden en LEFI,que hoy están rindiendo más que un bono corto”. Pero también enfatizó que la duda de si bajará la tasa es porque por la cercanía de las vacaciones podría subir la demanda de dólares de quienes viajen al exterior que hoy es más barato que veranear en el país”.
Las causas para bajar la tasa más adelante
Alejo Costa, jefe de Research y estrategia de Max Capital, juzgó que “con la baja del Impuesto PAIS, la demanda de importaciones y servicios a través del CCL debería caer, con lo cual el dólar blend seguiría tirando hacia abajo la brecha, dado que se mantendría en el corto plazo”.
En ese marco, el experto avizora que “el BCRA va a reducir la tasa en enero, de la mano de una reducción de la tasa de depreciación mensual del crawling” y creemos que “la tasa se va a reducir de 35% a 30%”.
Fernando Baer, economista jefe de Quantum Finanzas, concordó que el BCRA “esperaría unas semanas más, a ver cómo viene la inflación de diciembre; mi sensación es que en enero podría ser que la bajen a 30% TNA”, aunque aclar que “no creo que recorte antes el crawl, sobre todo por como se depreció el real brasileño”.
De igual mirada, Isaías Marini, analista de Consultatio Plus, sostuvo que “independientemente de la brecha, que está en niveles mínimos del año en gran medida por los flujos del esquema 80-20 de las exportaciones, la inflación todavía se mantiene en niveles elevados como para que el BCRA apunte una baja adicional”.
“Mi escenario base es que el próximo recorte tenga lugar probablemente en el verano cuando la tasa de crawling baje un escalón más y que la inflación se modere consecuentemente. Y agregó que, “de corto plazo no veo un recorte superior al 5%”.
El economista Amilcar Collante también especuló que “vamos a tener una baja sensible de la tasa de interés cuando se anuncie la rebaja del crawling peg, pero para eso deberían acumularse varios meses con una inflación cercana al 2,5% mensual”. En ese marco, estimó que el costo de vida de “noviembre y diciembre pueden estar más cerca de 3% que de 2,5% así que (la baja de tasa sería) en febrero /marzo”.
Con la misma lectura, Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras manifestó que “no veo baja en la tasa de politica monetaria hasta que no este claro que la inflación está en un nivel inferior”.
Por su parte, Nery Persichini, jefe de estrategia de GMA Capital destacó que “la tasa real volvió a ser positiva en octubre después de un año; si la inflación de noviembre es inferior al 3%, el premio real seguirá levemente por encima de cero” pero remarcó que “diciembre suele tener incrementos estacionales que podrían recalentar la medición general de inflación”.
“Ahora bien, en un escenario de reducción del crawling peg a inicios de 2025, probablemente sí la tasa nominal quede un escalón más elevado que la inflación (que tendría menor inercia cambiaria), podríamos ver una baja de tasa de referencia que ayude a que la actividad económica no encuentre palos en la rueda para seguir en recuperación”,opinó.
Asimismo, el analista financiero Gustavo Ber juzgó que “la evolución de la tasa va a depender de la dinámica de la inflación, y en caso de continuar las positivas señales, podría reducirla hacia alrededor del 32% anual en febrero, lo cual no alteraría en el actual contexto económico-financiero la calma cambiaria”.