La calabaza es una de las hortalizas más versátiles que podemos disfrutar en esta temporada, encontrándola a una excelente relación precio- calidad y pudiendo aprovecharla tanto en platos dulces como salados. Sin embargo, si quieres conservarla por más tiempo te mostramos el lugar ideal para guardarla que no es ni el frutero ni la nevera.
Aunque la nevera puede ser una buena opción si ya tenemos la calabaza partida y madura así como sin su piel; la realidad es que allí, debido al frío, puede perder su textura y su sabor mientras que en el frutero junto a otros alimentos puede madurar rápidamente, especialmente si se encuentra expuesta al sol.
Por esta razón, lo mejor será conservarla en otro espacio en función de su madurez.
El lugar perfecto para conservar la calabaza en casa
Si nuestra calabaza aún se encuentra verde e inmadura, lo mejor será guardarla en la despensa en un lugar cálido, es decir, que permanezca a temperatura ambiente hasta que se encuentre en su punto justo de maduración.
Mientras que si la calabaza ya está madura, lo ideal será conservarla en un lugar fresco, seco y oscuro cómo puede ser cualquier rincón de nuestra despensa o un sótano; evitando que le dé la luz directa así como que esté expuesta a altas temperaturas o a humedad.
Tanta la humedad como el calor pueden propiciar su deterioro; es por eso que si nuestra calabaza ya está madura lo mejor es alejarla de estos factores y conservarla sin partir y sin pelar en un espacio de nuestra cocina o de la despensa que se encuentre fresco, seco y sin luz directa.
Otra opción para conservarla en perfectas condiciones durante largo tiempo es pelarla, darle un ligero blanqueado y congelarla; teniéndola de esta forma lista para usar cuando más lo necesitemos y evitando su deterioro así como la pérdida de sus cualidades nutricionales.
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Imagen | Monstera Production