El nuevo esquema anunciado por el ministro busca limitar la intervención del organismo al control del producto final y algunos certificados serán optativos
07/11/2025 – 19:19hs
El Gobierno nacional derogó 973 normas del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) con el fin de simplificar los procesos productivos y reducir la burocracia estatal. La medida fue oficializada este viernes a través de la Resolución 37/2025, publicada en el Boletín Oficial, con la firma del titular del organismo, Carlos Tizio.
Federico Sturzenegger anunció un cambio fundamental en el INV
Según explicó el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, la decisión “deja atrás décadas de burocracia absurda” y redefine el rol del INV dentro de la cadena vitivinícola.
“Dejamos atrás el régimen en el que el Estado pretendía controlar cada paso del proceso productivo para pasar a un modelo donde se enfoca exclusivamente en garantizar la aptitud para consumo del vino”, resaltó en un posteo en la red X.
El mensaje de Federico Sturzenegger
Con el nuevo esquema, el INV ya no intervendrá en las etapas iniciales e intermedias de la producción, como la cosecha, la elaboración o el transporte. A partir de ahora, el organismo se concentrará exclusivamente en los controles de los productos finales embotellados, con el propósito de garantizar que sean aptos para el consumo y no estén adulterados.
Controles optativos y menor fiscalización
Sturzenegger detalló además que los controles de trazabilidad, certificaciones de origen, añada y varietal pasarán a ser optativos, quedando a disposición de los productores que los requieran según sus necesidades comerciales. Asimismo, indicó que las bodegas podrán realizar esas certificaciones de manera privada, sin la intervención del Estado.
El ministro sostuvo que el régimen anterior representaba una carga innecesaria para el sector: “Para tomar noción de lo exagerado de este régimen, en 2024 el INV emitió 140.000 permisos de tránsito y realizó más de 5.000 inspecciones a bodegas. Existen registros de empresas que recibían una inspección cada 2 días”, expresó el ministro.
De acuerdo con Sturzenegger, la eliminación de las inspecciones intermedias permitirá cerrar espacios de discrecionalidad y corrupción. “Menos burocracia son menos oportunidades para la corrupción”, afirmó Sturzenegger, quien resaltó que “al eliminar las fiscalizaciones intermedias, los inspectores sólo tomarán muestras de los productos embotellados y los enviarán a analizar, cerrando la puerta para la discrecionalidad y la corrupción”.
El cambio marca un giro en la política de control vitivinícola, trasladando al productor mayor responsabilidad en la trazabilidad y certificación de su vino, y reservando al Estado únicamente la función de garantizar la seguridad alimentaria.
Qué deja de hacer el INV
Hasta ahora, el INV intervenía en cada etapa del proceso: controles durante la cosecha, fiscalización en la elaboración, autorizaciones para el transporte y certificaciones de trazabilidad, entre otros trámites. Con la nueva normativa, esas instancias dejan de ser obligatorias.
Los productores ya no deberán cumplir con la certificación de origen, añada o varietal, que pasan a ser opcionales. El INV sólo podrá tomar muestras del producto final embotellado para verificar su aptitud para el consumo.
Quiénes quedan bajo el nuevo esquema
La resolución alcanza a toda la cadena vitivinícola:
- Productores de uvas
- Bodegas y establecimientos de mosto o espumosos
- Plantas de fraccionamiento y distribuidores
- Exportadores e importadores
- Laboratorios y operadores vinculados al sector
