Para que los helados sean como hoy los conocemos tuvieron que pasar por muchos cambios históricos, siendo en la actualidad un alimento que forma parte de la historia mexicana. A la fecha existen tres grandes heladerías mexicanas con más de 100 años de existencia que han sabido resistir al paso de los años.
Helados de Chiandoni en la colonia Napoles/ Foto: Maps (Jose Emc)
Heladerías mexicanas con más de 100 años de existencia
La Especial de París 1921
Sobre Insurgentes, esquina con Antonio Caso, en la colonia San Rafael, se encuentra La Especial de París, una heladería con 104 años de antigüedad que comenzó siendo un carrito de madera en el que solo se vendía el helado de vainilla y la nieve de limón y que ahora cuenta con más de 22 y una clientela fiel que los ha acompañado en las buenas y en las malas.
La Especial de Paris, la heladería más antigua de la Ciudad de México/ Foto: Maps
Se trata de la heladería más antigua de la Ciudad de México que comenzó en 1921 y alcanzó tanta fama que hasta el cronista y poeta mexicano Salvador Novo la catalogó en su libro La nueva grandeza mexicana como uno de los mejores lugares para saborear un buen helado. Fue tan conocida que actores de teatro, de televisión y presidentes la visitaron con frecuencia.
El responsable de esta leyenda capitalina fue Domingo Lozada, quien aprendió a hacer helados con una pareja de italianos. Cuando ambos regresaron a Italia y cerraron su heladería, Domingo decidió ganarse la vida haciendo sus propios helados “mexicanizados”, cuenta Vicente Lozada, nieto y encargado actual de La Especial de París.
¿Dónde? Insurgentes Centro 117-B, San Rafael, Cuauhtémoc, 06470 Ciudad de México, CDMX
Chiandoni
Pietro Chiandoni fue un italiano que llegó a México a los 14 años y se dedicó al boxeo y a la lucha libre. Era aficionado al deporte y lo conocían como “El Señor de las Nieves” por su oficio. Al morir, Pietro heredó la heladería a Carmen Montaño y Luis Antonio Juárez.
Helados de Chiandoni/ Foto: Ángel Ríos (Maps)
Chiandoni fue inaugurada en 1939 y a la fecha es uno de los atractivos turísticos de la Ciudad de México y una parada obligada de la colonia Nápoles. Sus instalaciones que han quedado atrapadas por el tiempo se han convertido en escenarios de películas como “Soy tu fan” y en videos musicales, cómo “Vacío” de Leonel García.
En su carta están desde los clásicos sabores (fresa, vainilla, chocolate) hasta algo más cargado, como el sundae, tres marías, banana split, fresas con crema o flotantes para refrescar tu día
¿Dónde? Calle Pensilvania 255, Nápoles, Benito Juárez, 03810 Ciudad de México, CDMX
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Historia de los helados en México
Se dice que el origen del helado en México se remonta a las antiguas civilizaciones prehispánicas. Los aztecas y mayas ya disfrutaban de bebidas frías hechas con hielo de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl y lo mezclaban con miel y frutos regionales como capulines, mamey o cacao.
La llegada de los españoles a México cambió la manera en cómo se comía el hielo, trajeron la técnica del helado, combinando el hielo con leche y huevo, lo que dio origen a un producto más cremoso y diferente a la nieve prehispánica.
Los helados forma parte de la historia mexicana.
Martín González de la Vara en su conferencia “La historia del helado en México”, relata que el primer nevero en el territorio nacional fue Leonardo Leaños, quien ya se dedicaba al oficio en 1620, en la capital del virreinato.
Durante el Virreinato, la venta de hielo y helados era un monopolio real, establecido a través de un “estanco” (aquello que no es de nadie, es propiedad del rey) que controlaba su explotación y comercialización.
Años después, con la construcción de la primera fábrica de hielo en 1865, se facilitó aún más el proceso y se impulsó la industrialización del helado; posteriormente, en 1914, apareció la primera nevería de la que se conserva registro a la fecha: “La primavera”.





