

El mundo del vino está lleno de etiquetas que no necesitan ser las más caras para ofrecer una experiencia sensorial de primer nivel. Desde el Norte con sus Torrontés perfumados hasta la Patagonia con tintos equilibrados, hay opciones accesibles que combinan con los clásicos de nuestra gastronomía nacional, empanadas, locro, asado o pastas caseras.
En esta selección, todos los ejemplares cuestan menos de $10.000, y demuestran que disfrutar de un buen vino no tiene por qué ser un lujo reservado para pocos.
¿Qué tiene de especial el vino Amalaya Blanco de Corte?
Proveniente de los valles de Cafayate, el Amalaya Blanco de Corte (Bodega Amalaya) combina Torrontés con un toque de Riesling, una mezcla poco común que resulta refrescante y elegante.
Este vino blanco salteño se destaca por su carácter moderno. Mantiene la esencia floral del Torrontés, pero con una acidez justa que limpia el paladar entre bocado y bocado. Es ideal para acompañar platos potentes como empanadas salteñas o locro, ya que su perfil liviano equilibra la intensidad de las comidas típicas.
A un precio de $8.065, se posiciona como una gran opción para quienes buscan un blanco expresivo y versátil.
Reserva de los Andes Malbec: el vino mendocino que nunca falla
Entre los tintos económicos con buena presencia, el Reserva de los Andes Malbec (Mendoza) se lleva todos los aplausos. Este vino no pasa por barrica, lo que permite disfrutar al máximo de su fruta fresca y su paso amable por boca.
Su equilibrio entre cuerpo y suavidad lo vuelve perfecto tanto para comidas simples como para platos más elaborados.
Por $8.500, es una etiqueta ideal para quienes buscan un Malbec fiel al estilo clásico, sin pretensiones, pero con toda la identidad mendocina.
¿Por qué el vino rosado La Flor Malbec Rosé se volvió tendencia?
En tiempos donde los rosados ganan terreno, La Flor Malbec Rosé (Pulenta Estate) es un verdadero acierto. Su perfil moderno y su buena acidez lo convierten en un aliado perfecto de las comidas con condimentos intensos o picantes.
Este vino rosado destaca por sus aromas a frutas rojas frescas —frutillas y cerezas— y por su elegancia en boca. Es una opción ideal para quienes prefieren vinos ligeros, refrescantes y con estilo.
Con un valor de $9.400, cumple con la premisa de ofrecer calidad y sofisticación sin superar el límite de los $10.000.
La Poderosa Malbec: el vino patagónico que combina cuerpo y frescura
Desde San Patricio del Chañar, en Neuquén, llega el La Poderosa Malbec (Bodega Del Fin del Mundo), una joya del sur argentino.
Este vino patagónico combina lo mejor de dos mundos, la fruta roja típica del Malbec y un toque floral que aporta frescura. En boca, logra un equilibrio perfecto entre estructura y ligereza, lo que lo hace ideal para platos de olla, carnes braseadas o guisos tradicionales.
A $6.400, es uno de los mejores exponentes de la Patagonia en esta franja de precio.
Trumpeter Malbec: el vino que se adapta a todos los gustos
Producido por Rutini Wines, el Trumpeter Malbec es una etiqueta omnipresente en restaurantes y góndolas. Su éxito radica en su equilibrio, reúne la frescura del Valle de Uco con una estructura media que encanta tanto a paladares tradicionales como modernos.
Este vino marida con casi todo, empanadas, carnes, pastas y, por supuesto, un buen asado.
Por $9.120, es un Malbec versátil, confiable y con la calidad respaldada por una de las bodegas más reconocidas del país.
Dante Robino Malbec: el vino dulce y redondo que cierra la lista
Para quienes prefieren tintos suaves y equilibrados, el Dante Robino Malbec (Luján de Cuyo, Mendoza) es una gran elección.
Este vino tinto combina aromas de frutas maduras —ciruelas y moras— con ligeras notas de vainilla que aportan complejidad sin recargar. Sus taninos dulces y redondos lo hacen especialmente amable al paladar, perfecto para acompañar platos contundentes.
Por $7.900, demuestra que no es necesario gastar una fortuna para disfrutar de un vino de calidad con identidad mendocina.





