

Luego del resultado del domingo, quedó claro que los inversores van a tener que “aprender” a convivir —al menos— hasta las elecciones nacionales de fines de octubre en un marco de fuerte incertidumbre. De hecho, una reconfiguración del escenario político se debe analizar con una visión 360 que incluye hasta quizás una revisión de la política monetaria, cambiaria, y fiscal actual; y juega incluso con la probabilidad y potencialidad de las reformas aún pendientes.
Por ende, los inversores se deberán mover dentro de un marco de extrema sensibilidad, y expectativas cambiantes. Un marco que reflejó (y reflejará) la industria de fondos no solo en términos de rendimientos (derivado del movimiento de los activos financieros que lo componen), sino en particular en su flujo. Una industria que vale tener presente que suele adaptarse rápido —producto de su flexibilidad— a los cambios en la coyuntura.
Elecciones en Provincia de Buenos Aires: los efectos sobre la industria y el patrimonio
En este marco de alta sensibilidad y volatilidad, la industria perdió unos $300.000 millones en AUM las primeras cuatro ruedas después de las elecciones, producto de flujos negativos y lógicamente, rendimientos.
Ahora bien, ¿por qué hablamos, puntualmente, de volatilidad? Porque es una medida que marca el riesgo y la incertidumbre; y, de la mano de un escenario que se volvió aún más desafiante, en la última rueda de la semana los flujos positivos se aceleraron y cerraron en los 2 billones de pesos —un récord histórico en términos nominales para una sola rueda—.
Así, el patrimonio de la industria escaló hasta los $65,5 billones y marcó un crecimiento del 4% en lo que va del mes y del 21% en el año. Sin embargo, la foto en dólares es completamente distinta: con un tipo de cambio al alza —avanzando un 9,3% en septiembre—, el AUM se posiciona en los u$s45.600 millones y refleja una caída del 2% en el mes, siguiendo la misma tendencia que agosto (-14%).
Perdedores y ¿ganadores? de flujo
En términos de flujo, y analizando los segmentos en pesos, es claro que como una primera aproximación, el resultado del domingo profundizó los rescates que ya se venían reflejando en muchas de las estrategias —tras un agosto que cerró con $5,5 billones de salidas netas—.
En principio, una foto hoy muestra que los Money Market sufrieron la peor parte en la reacción inmediata: los rojos superaron los $907.000 millones – a un ritmo promedio diario de casi $227.000 millones— y explicaron la mayor parte de los rescates de la industria. Y, si bien los flujos del viernes contrarrestaron fuertemente el saldo —y finalizaron la semana con suscripciones netas por $685.000 millones—, son (y serán) el reflejo de la alta volatilidad y, en consecuencia, ruedas de alta sensibilidad con probabilidad de movimientos bruscos.
Dentro del universo de Renta Fija, en tanto, los rojos fueron predominantes. Mientras que los fondos de corto plazo sufrieron rescates por $145.000 millones estos días, los CER lo hicieron por $47.700 millones, los fondos de Lecaps (Renta Fija T+0) por unos $11.300 millones y los Dólar Linked por solo $6.900 millones. Estrategias que profundizaron los rescates que venían mostrando, o bien siguieron en rojo, pero a un menor ritmo producto del mayor apetito por la cobertura.
Incluso acá los Dólar Linked merecen un destacado puntual que, si bien en los últimos meses vienen en rojo, el interés en esta cobertura (a medida que se incrementaba la presión sobre el dólar) fue creciendo. Si bien en el balance mantuvieron rescates netos, estos fueron decrecientes, y hasta llegaron a presentar suscripciones netas previo a las elecciones. Un segmento que deberemos seguir de corto plazo producto de que es el reflejo de las expectativas sobre el tipo de cambio, y la sostenibilidad o no de la banda actual.
En cambio, dentro del universo de los fondos en dólares, la tendencia (influida lógicamente por el movimiento del tipo de cambio) fue diferente. Esto último, en gran parte, por la búsqueda de opciones conservadoras en el actual escenario. En concreto, la liquidez inmediata tomó fuerza y cerró con $40.000 millones de suscripciones netas, acompañados —aunque muy por detrás— por las opciones LatAm y renta fija corto plazo (duration menor a un año) con $15.300 millones y $12.800 millones, cada uno. Es importante entender que, igualmente, estos flujos (reexpresados en pesos) están influenciados por el movimiento del tipo de cambio.
El impacto desde el lado de la rentabilidad
Ahora, si hablamos de performance, debemos empezar también con los fondos de cobertura contra la devaluación (Dólar Linked). Validados por la coyuntura, estas opciones avanzan un 7,4% en el mes, tras una mala performance de agosto (-1,7%). Su comportamiento —y como mencionamos arriba— seguirá dependiente de la dinámica cambiaria y las decisiones que se tomen (o en su defecto, no).
Las otras estrategias en pesos se mueven en positivo también —sacando a la Renta Variable—, con los Discrecionales avanzando un 2,9%, las opciones de lecaps (Renta Fija T+0) y corto plazo un 2,2% y 1,9%, respectivamente, y los CER un 0,4%.
De lado de los fondos de acciones, y bajo su propia dinámica, fueron de los primeros en recibir el impacto negativo del resultado electoral. Estos fondos sufren una caída del orden del 10,2% en lo que va de esta semana, y puntualmente el lunes llegaron a caer en promedio un 11% (el único bien dato, si se quiere, es que lo hicieron por debajo de su benchmark).
Por su parte, los fondos en dólares (medidos en esa moneda), muestran diferentes realidades según lógicamente sus activos subyacentes. En terreno positivo con retornos promedio del 0.1% se mueven los MM. La mejor cobertura, no obstante—-y como suele suceder en estas coyunturas—, la dieron los LATAM con el 0,3% en promedio.
Por último, los Renta Fija Hard Dólar o Retorno Total, en el marco de dudas sobre la sostenibilidad del modelo (y hasta nuevamente de la capacidad de pago) fueron los que más sufrieron, con caídas del 4,5% y 7,5%, cada uno.





