

El ministro de Economía Luis Caputo enfrentará este miércoles 28 de mayo un test clave con la última licitación de deuda del Tesoro del mes en la cual incluye un bono en pesos suscribible en dólares a cinco años (BONTE 2030) por un monto de u$s1.000 millones, pagadero en pesos a tasa fija, destinado a inversores extranjeros con el que busca aumentar las reservas netas de cara a la fecha de corte para la revisión de la meta con el FMI el 13 de junio.
Y es que para poder cumplir con la pauta de acumulación de reservas netas comprometida con el FMI faltan conseguir alrededor u$s5.000 millones, según los cálculos de analistas privados.
Caputo destacó en la red social X que esta emisión implica el retorno de Argentina al mercado internacional de deuda, algo que no ocurría desde hacía siete años. Según Caputo, la operación no incrementa la deuda bruta ni neta, sino que permite refinanciar vencimientos en pesos y sumar dólares a las reservas, extendiendo además los plazos de pago (“duration”) de la deuda local.
Los analistas estiman que habrá buena demanda de este bono porque especulan que la operación fue consultada previamente y el BCRA adoptó medidas para preparar el terreno para esta emisión. Y además, el bono ofrece un put (opción de venta)que se podrá ejercer en dos años, con lo cual da una posibilidad de salida previa al fin del mandato del Gobierno.
En este contexto, el foco de atención del mercado estará puesto en la tasa que convalidará el Tesoro.
Deuda en pesos:estas son las opciones de inversión
En esta licitación el Tesoro deberá conseguir fondos para cubrir vencimientos por un monto de $8,55 billones.La secretaría de Finanzas ofrece un menú variado de 8 opciones, incluyendo el BONTE 2030.
La canasta contempla cinco LECAPs, las primeras cuatro con vencimientos este año: el 30 de junio de te año (S30J5), el 31 de julio (S31L5), el 29 de agosto (S29G5), y el 29 de noviembre (S28N5). Y una que caduca el 29 de mayo de 2026 ((S29Y6).
El menú también ofrece un Bono del Tesoro Capitalizable en pesos (BONCAP) que expira el 30 de enero de 2026 (T30E6) y un Bono del Tesoro cupón cero ajustados por CER (BONCER), que vence el 30 de octubre de 2026 (TZXO6) y el 31 de marzo de 2027 (TZXM7).
Por su parte, el Bono del Tesoro a tasa fija en pesos suscribible en dólares vencerá el 30 de mayo de 2030 (BONTE 2030), por un monto máximo de u$s1.000 millones, con pago semestrales de intereses en pesos, regido por ley local, no por jurisdicción extranjera.
La recepción de las ofertas para la licitación comenzará a las 10.00 horas de este miércoles y finalizará a las 15.00 horas.
¿Qué lectura hicieron los expertos?
La consultora Outlier destacó que el objetivo del Bonte 2030 “es acumular reservas sin intervenir en el mercado de cambios, evitando así ponerle un piso al dólar”. Al respecto, afirmó que Economía “lo que busca es sumar presiones a la baja y evitar presiones al alza sobre el tipo de cambio nominal, lo cual reafirma lo que venimos señalando: El régimen monetario-cambiario cambió y en su definición es más flexible que el anterior, pero en la implementación seguimos teniendo ancla cambiaria”.
Además, la consultora remarcó que “el ingreso de dólares por esta vía aún es acotado, el tope de esta emisión está u$s 1.000 millones, y la próxima licitación está prevista para el 13 de junio, con lo cual pareciera que la meta de reservas del acuerdo con el FMI quedó lejos”.
“Sin embargo, está claro que el equipo económico quiere demostrar que puede conseguir dólares por otra vía, pensando en los próximos vencimientos y para mandar una señal de mayor sustentabilidad que mejore la dinámica del riesgo país“, evaluó.
A su vez, en Aurum Valores alegaron que “el put a 2 años parecería actuar como el costo que debe pagar el Tesoro para colocar un bono a largo plazo en pesos considerando que la última colocación de bonos en pesos a tasa fija en el mercado internacional de 2016 generó un perjuicio importante a los inversores internacionales que participaron”.
En ese sentido, Francisco Mattig, analista de ONE618 expresó en la red social X que “invertir en pesos a tan largo plazo en Argentina está sujeto a este tipo de riesgos políticos, entonces para lograr captarlo es necesario el put. Ojalá no sea necesaria la ejecución de los acreedores en el futuro”.
Por su parte, en Facimex Valores recalcaron que el put que se podrá ejercer el 27 de mayo de 2027 cubre “el riesgo de incumplimiento en el próximo mandato pero no así el riesgo cambiario”.
En Delphos Investment señalaron que en el Gobierno “hicieron hincapié en que esta emisión no conlleva un aumento de la deuda neta puesto que funcionarios del Gobierno ya aclararon que la tasa de rollover para esta licitación no va a superar el 100%, por lo que la demanda por el BONTE 2030 por parte de inversores internacionales reemplazará a la de los inversores locales”.
“Esto es una gran noticia, considerando que los intentos por estirar la duración de la deuda en pesos en licitaciones anteriores no fueron exitosos, con niveles de adjudicación muy bajos en los Boncaps ofertados”.
En sintonía, los analistas de Max Capital plantearon que “el nuevo bono en pesos ofrecido a inversores internacionales será una forma del Gobierno de comprar dólares mediante una intervención sin esterilizar”.
“El Gobierno se comprometió a limitar el roll over total al 100% entre todos los instrumentos del menú. Como resultado, la expansión en pesos implícita para los inversores locales será compensada con los dólares obtenidos de los inversores extranjeros, lo que convierte a la operación, en términos implícitos, en una compra de dólares sin esterilizar” explicaron.
A su vez, Alan Versalli research analyst de Cocos Capital, aseveró que “el Gobierno trabajó en allanar el camino para atraer el apetito del mercado offshore: la comunicación A “8245” del BCRA dispuso que la norma para que no residentes puedan acceder al MULC se tomará por cumplida cuando se usen dólares para suscribir títulos del Tesoro con vida promedio de al menos 180 días, ya que, al no ser un bono suscribible en pesos pero pagadero en dólares, como se pensaba en un primer momento con la expectativa del Peso-Linked, el gobierno ofrece este ‘sweetener’ (endulzante) a cambio que los inversores se expongan nuevamente al universo de pesos.”.
“Otro de los factores que atraerán el interés de inversores es la opción de desprenderse de una parte o la totalidad de sus tenencias el día 27 de mayo de 2027 (put europeo). Que sea en una fecha dentro del último año de la gestión Milei no es casualidad. Es un seguro que le implica al inversor que ante cualquier eventualidad podrá disponer de su capital nuevamente”, indicó.
Deuda en pesos: ¿Cuáles son las expectativas?
Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, estimó a iProfesional que “van a conseguir los u$s1.000 millones, habrá que ver la tasa, es esa la parte que tenemos dudas, pero en principio debería salir bien, porque creo que la operación la tienen ya apalabrada; de hecho instrumentaron todas las medidas de forma previa para que los que vengan puedan salir sin problema eventualmente”, en alusión al put.
De igual diagnóstico, Eric Ritondale, economista jefe de PUENTE contó que “esperamos que el bono se suscriba por completo, por los u$s1.000 millones ofertados”.
En cuanto a la tasa que debería pagar el Tesoro, señaló que “estamos optimistas con el rango de corte del cupón, que creemos se ubicará en el tramo inferior de las expectativas del mercado, que se ubican entre 19 y 25%”
A su vez, Fernando Baer, economista jefe de Quantum Finanzas, opinó que “es una operación estudiada y consultada, que va a tener aceptación”, y pronosticó que “seguramente la tasa podría estar algo encima del 30% TIR“
Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance también auguró “una buena emisión ya que en los roadshows previos con potenciales clientes internacionales estos fondos demostraron interés en instrumentos de este tipo” por lo que “entendemos que se logrará colocar el 100% de estos bonos“. Y proyectó que la tasa que pagará el Tesoro por el BONTE 2030 estará “en el rango de 25%-30%”.
Roberto Geretto, head Portfolio Manager de Adcap Grupo Financiero concordó en que expectativa de la licitación del BONTE 2030 “es que sea exitosa, ya que ofrecen un put, lo cual es como un seguro para el inversor, y agrega atractivo”. En ese marco, vaticinó que “lo más probable es que se consiga todo el monto o una buena parte”, en tanto calculó que la tasa rondará
El analista financiero Gustavo Ber evaluó que “las perspectivas para el BONTE 2030 son positivas, y estimo que captará una importante demanda entre inversores internacionales dedicados a emergentes, y por ende podría alcanzarse los u$s1.000 millones”.
Asimismo, estimó que “el rendimiento de dicho nuevo bono podría ubicarse alrededor del 25%, dado que el 2% mensual a dicho plazo podría ser un vehículo competitivo ante el decidido proceso de desinflación y ordenamiento macro en marcha”.
Versalli afirmó “las perspectivas para esta licitación son buenas,y consideramos que puede cubrirse por completo”.
“Habrá que poner atención a la tasa. Dada la opcionalidad del bono a dos años, creemos que el benchmark de tasa al que será emitido lo pone la BONCAP T15E7, que es el instrumento a tasa fija más largo actualmente cotizando en el mercado y que rinde 32,5% TNA. Si consideramos que la expectativa futura es que la nominalidad continúe comprimiendo, debiera esperarse que la tasa se ubique por debajo”, argumentó.
¿Qué impacto puede tendrá un buen resultado la colocación del Bonte 2030?
Para algunos analistas, un buen resultado en la licitación del Bonte 2030 podría impulsar una baja adicional del riesgo país, mientras que otros no creen que tenga un impacto significativo sobre el mismo.
A su vez, en la antesala de esta licitación, el dólar mayorista cerró en $1.156 con una suba diaria de $13, con lo cual se aleja del piso de la banda hoy en torno a $987.
En ese contexto, Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras consideró que “un buen resultado puede influir (a la baja) en el riesgo país y en el dólar, aunque en el primero seguirá pesando la incertidumbre electoral”.
Ber prevé que ante una buena licitación “próximamente el riesgo país podría descender hasta los 550 puntos, de ahí las mayores apuestas sobre los bonos en dólares más largos” , y remarcó que espera “una etapa de calma cambiaria, y un gradual descenso del dólar oficial hacia los$ 1.100″.
El economista Federico Glustein prevé que será “una buena la licitación porque tiene ventajas como un put a dos años, y seguramente se consigan los u$s1.000 millones pero es un monto bajo, de prueba, no creo que eso impulse al dólar oficial al piso de banda“. En tanto , cree que “el riesgo país podría bajar pero manteniéndose arriba de 600 puntos”.
Por su parte, Ritondale sostuvo que “esta colocación contribuye a la normalización de las condiciones crediticias del soberano, y un mecanismo para obtener financiamiento en dólares, lo cual resulta positivo en el margen para apuntalar una compresion adicional en el riesgo pais“. En cambio, desestimó que impulse al tipo de cambio oficial al piso de la banda.
Lazzati señaló que un buen resultado “si bien sería una buena noticia para el mercado, no consideramos que sea una de las claves para bajar el riesgo país en este contexto, por lo que estimamos que el impacto será leve”
En sintonía, Geretto alegó que “es poco probable que una emisión chica a u$s1.000 millones afecte el riesgo país”. Baer concordó que “no creo que sirva para empujar el riesgo país, pero es una buena señal”.
Asimismo, en Facimex Valores enfatizaron que un buen resultado “permitirá al BCRA acumular reservas dentro de la banda sin intervención en el MULC y acercarse a la meta de reservas netas en la cual en este momento hay una distancia de u$s6.000 millones según nuestras estimaciones”.
En Delphos plantearon que “una alta demanda por este bono denotaría un voto de confianza al Gobierno y, aún más importante, habilitaría una nueva alternativa para acumular reservas atrayendo fondos extranjeros, evitando acceder al MLC y sustituyendo deuda en dólares por deuda en moneda local”.