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10 alimentos prehispánicos de México que seguimos consumiendo en la actualidad, ¡algunos ingredientes te sorprenderán!

¿Qué sería del mundo sin el chocolate o la salsa de tomate? Seguro un lugar muy triste; por eso, nunca nos cansaremos de reconocer que gracias a decenas de alimentos prehispánicos de México, existen muchos platillos a los que estamos acostumbrados hoy. Sigue leyendo y descubre cuáles son.

¿Qué alimentos prehispánicos de México seguimos consumiendo?

Aparte de los obvios como el aguacate, el chile, el frijol, el cacao, el jitomate y el maíz, existe un listado de productos endémicos de México presentes en nuestra alimentación desde hace cientos de años (algunos hasta de miles de años, como el maíz, cuyo primer vestigio de domesticación data de hace ¡7 mil años!)

1. Calabaza: es uno de los productos endémicos de México más antiguos en domesticación, cerca de 10 mil años. Es prima del chayote y parienta lejana del pepino, del melón y de la sandía. Se le aprovecha todo, su cáscara madura se usa como jícara y recipiente; y las semillas, forma parte de diversos guisos, moles, pipianes, botanas y postres; y ni qué decir de la flor, un manjar que no puede faltar en quesadillas.

la calabacita mexicana y su relación con los alimentos prehispánicos de México

Foto: Hay muchos tipos de calabazas y sin dudarlo podríamos decir que los mexicanos tenemos por lo menos una receta para cada una de ellas / Shutterstock

2. Chayote: su nombre proviene del náhuatl hitzayotli, que significa calabacita espinosa. Es un alimento con pocas calorías, y su composición es 90% agua y mucha fibra, que lo hacen una excelente opción para diversos platillos.

el chayote es uno de los alimentos prehispánicos de México más comunes

Foto: Los chayotes es una de esas verduras que se aman uy odian, pero es innegable que son sumamente jugosos y con un sabor tan delicado que se puede hacer casi cualquier receta con ellos / Shutterstock

3. Vainilla: una vaina que, al secarse, se transforma en un regalo muy preciado para el mundo, ya que no solo es uno de los sabores favoritos de postres también aromas de cientos de perfumes.

Manojo de quelites

Foto: Las vainas de la vainilla acompañan a hermosas flores en. las zonas en las que crecen. Al secarse la vaina, las semillas en su interior son usadas para las esencias / Shutterstock

4. Quelites: es el nombre genérico que nuestros ancestros le daban a las yerbas comestibles que se encontraban en el monte. Hay de muchos tipos, pero los más conocidos son el pápalo; las verdolagas, que además son increíbles para espesar salsas y guisos, por su gran cantidad de mucílago; hoja santa; chipilín/chepil; chaya, muy consumida en el sur del país; quintoniles, huauzontles y epazote.

mesa con diversos quelites

Foto: Quizá no lo sepas, pero el huauzontle es un tipo de quelite y su consumo en ricas tortitas con salsa de chiles es uno de los favoritos de los mexicanos / Shutterstock

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5. Amaranto: lo amamos en las alegrías, pero desde tiempos ancestrales se consumía por la cantidad de proteínas y nutrientes que contiene. Nuestros ancestros solían amasar las semillas de amaranto con miel y dale mayor consistencia.

las semillas de amaranto son uno de los alimentos prehispánicos de méxico más relevantes

Foto: El amaranto es considerado uno de los alimentos del futuro por la cantidad de nutrientes que tiene / Shutterstock

6. Insectos: el consumo regular de insectos, arácnidos y artrópodos se conoce como entomofagia y era común en la dieta cotidiana de toda Mesoamérica. Incluso hoy en día los seguimos viendo en platillos de todas las regiones de nuestro país, entre los que se destacan los chapulines, saltamontes, abejas, avispas, guachichiles, abejorros, hormigas chicatanas, escamoles, chinches (jumiles, xamues y el ahuautle, conocido como el caviar mexicano), escarabajos, libélulas, cigarras, gusano de nopal, gusano blanco y rojo de maguey.

chapulines

Foto: Los chapulines y los gusanos de maguey quizá son los insectos más comunes para consumo, pues los podemos ver desde restaurantes hasta en cantinas acompañando un buen mezcal o tequila / Shutterstock

7. Hongos y setas: lo que para unos es una plaga, para otros es un manjar (pensemos en el huitlacoche). Tal es el caso de muchos hongos y setas que crecen en nuestro país, donde son conocidos como nanácatl, del náhuatl nácatl, ‘carne’. La mayoría son nombrados por el lugar donde crecen o por alguna característica física.

hongos ys etas

Foto: El consumo de hongos no solo se ciñe a la alimentación, hay muchos que se usan para rituales sagrados / Shutterstock

8. Cacahuate: no hay reunión o botana de bar sin ellos; por eso, hay que agradecer al mundo mesoamericano por darnos el cacáhuatl, que se traduciría como grano de la tierra.

manos con cacahuares

Foto: El uso del cacahuate como ingrediente de diversos platillos no es exclusivo de México, hay muchas recetas tailandesas que lo usan / Shutterstock

9. Miel melipona: la particularidad de este tesoro de las abejas beecheii, endémicas de Yucatán, es que su uso no se restringe en la cocina. Los mayas las consideraban sagrada por sus propiedades curativas y antibacteriana, y la usaban para curar heridas y quemaduras, para aliviar la inflamación de la garganta. Esta miel es muy nutritiva y cuenta con un sabor único ácido y umami.

miel melipona, uno de los alimentos prehispánicos de méxico característicos

Foto: La tala desmedida amenaza a estas abejas, ya que las deja sin protección ante sus depredadores. Hay que recordar que estas abejas se caracterizan por no tener aguijón para su defensa / Shutterstock

10. Nopal: amados por muchos y odiados por otros, no podemos negar que esta cactácea está presente en muchísimos platillos y es tan nutritiva que se hacen muchísimo productos derivados, como la harina. Incluso, es difícil pensar en un taquito sin ellos.

ensalada de nopal

Foto: El nopal es uno de los ingredientes más versátiles de la gastronomía mexicana; su uso puede ser como acompañante o como protagonista de varios platillos / Shutterstock

¿Quieres aprender a cocinar algunos de estos alimentos? Corre a nuestro canal de YouTube.

“Me voy de vacaciones y voy a perder mi masa muscular”: la ciencia elimina uno de los mayores miedos de los culturistas

"Me voy de vacaciones y voy a perder mi masa muscular": la ciencia elimina uno de los mayores miedos de los culturistas

La perseverancia es fundamental para lograr un aumento de masa significativo y permanente a lo largo del tiempo. Todos los fanáticos del entrenamiento de fuerza hemos visto como después de unos días sin entrenar nuestros músculos se han desinflado, como si de una rueda pinchada perdiendo aire fuese. Esta pérdida inicial de volumen no es más que la reducción del "pumping" producido con el entrenamiento, pero eso no indica que hemos perdido músculo. ¿Hasta qué punto importa tomar un descanso sin entrenar a la masa muscular?

Desentrenamiento y recuperación: no es tan malo tomarse un respiro

entrenamiento

Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports publicó hace ya algunos meses un estudio sobre si hacemos bien, o no, en preocuparnos por las pausas sin entrenamiento. A lo largo de la vida hay momentos en los que tenemos muy poco tiempo para entrenar, o directamente nos vamos de vacaciones y queremos desconectar de todo.

La plasticidad del músculo esquelético juega a nuestro favor cuando entrenamos fuerza porque nos permite aumentar su tamaño, pero se pone en nuestra contra cuando interrumpimos esas sesiones de pesas. La evidencia científica ha mostrado que podemos mantener bien la fuerza y masa muscular estando hasta cuatro semanas sin entrenamiento.

El problema llega cuando ese periodo sin entrenamiento se alarga más allá de las cuatro semanas, lo que se considera como desentrenamiento a largo plazo. A partir de este momento se van sucediendo descensos de fuerza y masa muscular de manera exponencial: cuanto más tiempo pasa, más se dispara la pérdida.

Reza el dicho que "a problemas, soluciones", así que el estudio citado al inicio de este artículo quiso comprobar qué pasaba si había una pausa de 10 semanas sin entrenamiento. Lo que hicieron fue entrenar durante 10 semanas, parar otras 10 semanas y volver a entrenar de nuevo durante 10 semanas, lo que ocupaba un total de 30 semanas.

Su hallazgo principal fue que entrenar 20 semanas con una pausa de 10 semanas entre ellas lograba la misma cantidad de fuerza y masa muscular que un entrenamiento seguido de 20 semanas, sin pausa entre ellas. La memoria muscular es la razón por la que esto ocurre.

Memoria muscular: el motivo por que puede irte tranquilo de vacaciones, incluso un par de meses

Irse dos meses seguidos de vacaciones no es fácil, pero recuperar la fuerza y masa muscular después de un parón de ese tiempo sí. Nuestra musculatura tiene muy buena memoria, así que nos permite recuperar muy rápidamente lo que hemos perdido por el desentrenamiento.

El objetivo de estos hallazgos es que no pares de entrenar porque sí y seas intermitente en tus sesiones de entrenamiento. El objetivo es que no te frustres si pasas por una etapa de poco tiempo de entrenamiento o si piensas que vas a perder todo lo que tanto te ha costado ganar por irte de vacaciones.

En primer lugar, hasta cuatro semanas de desentrenamiento no generan pérdidas significativas. Recuerda que te verás con un tamaño menor, pero es por ese volumen muscular que mantienes al estimular frecuentemente la musculatura, no tanto por la pérdida real de masa muscular.

En segundo lugar, si pasas por una etapa en la que no estás motivado, estás estresado o no puedes entrenar por cualquier motivo, tu memoria muscular será una gran aliada para cuando vuelvas. Lo ideal es no dejar mucho espacio de desentrenamiento, pero si tiene que ser así, pon el foco en lo que estés haciendo y regresa a las salas de pesas después con todo.

Referencias

Bosquet L, Berryman N, Dupuy O, Mekary S, Arvisais D, Bherer L, Mujika I. Effect of training cessation on muscular performance: a meta-analysis. Scand J Med Sci Sports. 2013 Jun;23(3):e140-9. doi: 10.1111/sms.12047. Epub 2013 Jan 24. PMID: 23347054.

Ogasawara R, Yasuda T, Sakamaki M, Ozaki H, Abe T. Effects of periodic and continued resistance training on muscle CSA and strength in previously untrained men. Clin Physiol Funct Imaging. 2011 Sep;31(5):399-404. doi: 10.1111/j.1475-097X.2011.01031.x. Epub 2011 May 31. PMID: 21771261.

Halonen EJ, Gabriel I, Kelahaara MM, Ahtiainen JP, Hulmi JJ. Does Taking a Break Matter-Adaptations in Muscle Strength and Size Between Continuous and Periodic Resistance Training. Scand J Med Sci Sports. 2024 Oct;34(10):e14739. doi: 10.1111/sms.14739. PMID: 39364857.

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Si buscas una receta fácil y rápida para hacerte de un dulce saludable pero muy saciante y delicioso, esta receta de postre sin azúcar, sin cocción y con sólo tres ingredientes puede ser la opción apropiada.

Barritas de frutos secos y chocolate

Con media taza de avena, una taza de frutos secos tostados y 50 gramos de  chocolate con alto grado de pureza o sin azúcar, más unas dos o tres cucharadas de agua podemos preparar estas barritas de frutos secos y chocolate propuestas en la cuenta de YouTube @PostresSaludables.

Sólo tenemos que combinar los frutos secos y la avena en el vaso de un robot de cocina y triturar hasta obtener unas migas muy finas.

Si deseamos podemos tostar previamente los copos de avena para dar un sabor diferente a esta preparación. Este paso sólo nos llevará unos 5 minutos pero podemos obviarlo sin problema.

A los frutos secos y los copos de avena ya molidos incorporamos las cucharadas de agua y posteriormente el chocolate negro fundido, para nuevamente mezclar e integrar hasta lograr una preparación que pueda moldearse perfectamente.

En un molde rectangular o cuadrado colocamos papel antiadherente o papel  vegetal para poder despegar las barritas con facilidad y extendemos la preparación apisonando la misma con una cuchara, para que quede una mezcla compacta y lisa.

Por encima podemos colocar frutos secos picados a modo de decoración, coco rallado o semillas a nuestro gusto, resultando esto totalmente opcional.

Llevamos a la nevera o al congelador durante 10 o 20 minutos para que solidifique perfectamente nuestro postre y posteriormente, retiramos el frío para cortar las barritas del tamaño deseado.

Estas barritas de sólo tres ingredientes, sin azúcar y sin cocción son una  alternativa ideal para degustar a modo de postre o bien, como tentempié saludable saciante y delicioso, para calmar la tentación  fácilmente.

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Imagen | @PostresSaludables

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