El sexo seguro es clave no solo para evitar embarazos no deseados, sino también para prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual. En la adolescencia, con demasiada frecuencia, se experimentan las relaciones sexuales como si no existieran estos riesgos.
La doctora Silvia Poyo Torcal, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José, nos explica que “la adolescente tiene la vivencia del ‘no riesgo’, lo que la lleva al uso de métodos anticonceptivos que no son ni muy regulares ni muy seguros; esta circunstancia, unida al cambio en los últimos años en la conducta sexual de los adolescentes, ha llevado a un incremento de los embarazos no deseados y de las enfermedades de transmisión sexual o ETS”.
Cabe señalar que la adolescencia se sitúa entre los 10 y los 19 años, según la Organización Mundial de la Salud. Durante esta etapa vital se producen una serie de cambios en el cuerpo, las emociones e incluso en las relaciones sociales.
Anticonceptivos en la adolescencia
Los embarazos no deseados aumentan en las adolescentes a causa de la vivencia del ‘no riesgo’, lo que supone una falta de precauciones anticonceptivas.
La especialista nos explica que “los ginecólogos, en nuestras consultas diarias, nos encontramos con jóvenes que vienen con dudas e inquietudes sobre la sexualidad y las tenemos que asesorar sobre el método anticonceptivo más adecuado a su edad y a su actividad sexual, insistiendo en el uso del preservativo siempre, independientemente de cualquier otro”.
Hay que tener en cuenta que los ginecólogos pueden guiar a las adolescentes de más de 16 años sobre la anticoncepción en caso de que lo necesiten. A partir de esa edad está reconocida su capacidad de establecer libremente relaciones sexuales consentidas.
Por otro lado, la doctora añade que “debido a que las mujeres a esta edad, en términos generales, no tienen una pareja estable y, por ello, se da una mayor incidencia de promiscuidad sexual, siempre les debemos aconsejar el uso del preservativo, para evitar las ETS, junto con algún otro método, generalmente hormonal, para evitar los embarazos no deseados”.
4 anticonceptivos hormonales para adolescentes
Aparte del preservativo, existen otros métodos anticonceptivos hormonales, entre los que destacan:
1. La píldora o anticonceptivo oral
Es probablemente el anticonceptivo más utilizado en la adolescencia, pero hay que tomarlo todos los días, lo que puede inducir a olvidos. En concreto, consiste en tomar una pastilla al día a la misma hora, y puede ser de 21 o 24 días y de 28 en el caso de que incluya las píldoras de placebo.
En el caso de las mujeres que tienen menstruaciones muy dolorosas, hipermenorreas o síndrome premenstrual muy intenso, se puede valorar la toma de la píldora continuada, ya que solo causa 4 reglas al año.
2. Anillo vaginal
Este anticonceptivo hormonal tiene forma de un pequeño aro de silicona y se introduce fácilmente en la vagina cada 3 semanas. Lo mejor del uso del anillo vaginal en la adolescencia es su comodidad, ya que no tienen que acordarse cada día de tomarlo como sí ocurre con la píldora.
Otras mujeres a las que se recomienda el anillo vaginal son las que presentan cefaleas, debido a que reduce la tasa de aparición de esta complicación secundaria.
3. Parche transdérmico
Este anticonceptivo es como un adhesivo que se pega en la piel cada 7 días durante 3 semanas, por lo que es ideal para las adolescentes que tienden a olvidarse de la pastilla.
4. Dispositivos intrauterinos hormonales o DIU
Este método de anticoncepción dura tres años y está indicado para mujeres jóvenes o que no pueden tomar la píldora. Para utilizarlo, es necesario acudir a la consulta de Ginecología donde se colocará el DIU en el interior del útero y se indicará cuándo será necesario cambiarlo.
En cualquier caso, hay que insistir en la importancia de utilizar el preservativo durante las relaciones sexuales, puesto que, además de prevenir embarazos no deseados, protege contra las ETS.